¡Me encanta hacer este repaso!
Este año he cosido más bien poco, al final el tiempo es limitado y he tenido que dar paso a otra etapa de mi vida que no me permitía dedicarme tanto a la costura.
No obstante alguna cositas he hecho, y me viene muy bien repasarlas porque me sirve para darme cuenta de que por poco que haya cosido, me produce una enorme satisfacción ponerme prendas hechas por mi y sé que las personas para las que cosí también estaban orgullosas de llevar una prenda hecha con cariño.
Empecé el año con bastante fuerza y ganas de coser, mi madre me regalo unas telas de mercadillo porque quería que le cosiera unos pantalones de pijama. Compró dos telas del tamaño que veis en la foto:
Y claro, pasó lo que tenía que pasar....salieron pantalones de pijamas hasta para el apuntador, parecía aquello una fábrica de pantalones de pijamas, salieron 4 para mi madre, uno para mi hermana, 1 para mi suegra, dos para mis hijos,¡¡¡ ya ni me acuerdo!!!¡ Menos mal que hice fotos!
Después de aquel atracón costuril dónde veía pijamas por todos los lados, llegó el bajón y la desmotivación y sólo hice pequeñas chapucillas, reciclé un abrigo y le hice una manoplas a mi hija y con una tela elástica que encontré rebajada, hice dos pañuelos uno para mi y otro para mi marido.
Luego llegó el buen tiempo y parece que me animé un poquito más, un vestido para mi y otro para mi hija.
En veranito me hice un maxidress gracias a vuestra ayuda vía internet, y con la tela sobrante me las ingenié para hacerle un vestido playero a la nena.
También empecé a tirar de telas que tenía en casa, y me hice un pantalón fresquito para el verano.
Y un vestido pisciniero, que dio mucho juego, muy fácil de hacer puesto que no tuve más que cortar un rectángulo de tela y hacer un agujero en la espalda, y el resultado fue muy cuco,tanto que ya alguna se apuntó al carro para que le hiciera también a ellas.
Y me temo que ahí acabó la aventura costuril del 2015. Este año, poquito, pero intenso porque si me sentaba a coser lo hacía con mucha ilusión y alegría. Todo lo demás, fue coser botones, algún bajo, algún arreglo.
Y para finalizar el año me apetecía mucho tejer, porque hacía muuucho tiempo que no cogía una aguja, así que con lanas sobrantes que tenía en casa, y a ratitos perdidos, fui haciendo cuadraditos de lana para tejer una mantita, y tan "ita" es, que apenas llega para una persona, y curiosamente le hemos cogido un cariño especial a la manta y ahora cuando nos sentamos los 4 en el sofá hay peleas para ver quien se queda con ella !!!!pues eso, que al final lo hecho con cariño ¡gusta!
¡Felices Fiestas!